Mi primer trio con una puta
Luego de abrir el vino que estaba en la mesita de luz, y mientras la puta estaba sentada en la cama bebiendo con su copa en la mano y Laura me sacaba la camisa, el ambiente era erótico cargado de lujuria, y eso hizo que me encienda de nuevo.

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🔥 Lujuria Prohibida: El Despertar Explosivo
Mi cuerpo aún vibraba por la acabada anterior, pero la simple imagen de estas dos mujeres, una mi esposa y la otra una desconocida, unidas en un acto de pura lujuria a mi alrededor, me levantó la pija otra vez.
El aire era denso y pesado, un coctel de perfume y deseo ardiente. Me empujaron suavemente hacia el centro de la cama y caí de espaldas, sintiendo la suavidad de las sábanas.
La puta se inclinó primero, depositando besos húmedos en mi pecho, recorriendo cada costilla. Enseguida se unió Laura, y la sensación de tener dos bocas y dos lenguas trabajando de nuevo, con la intención de lamerme y mordisquearme el cuerpo, era una lujuria absoluta. Cerré los ojos, sintiendo ese contraste poderoso entre el toque experto y las caricias de mi esposa, que ahora se aventuraba con una osadía nueva, empujada por la presencia de la otra y la lujuria del momento. Un gemido salió de mi garganta cuando sentí que me chupaban los pezones al mismo tiempo.
El Giro Ardiente: La Devoción Lésbica de Laura
El juego no se quedó en mí. De pronto, Laura y la puta se encontraron cara a cara. Fue un beso directo, inesperado, un momento crudo y lujurioso que vi desde abajo. Los besos se hicieron más profundos y sus cuerpos desnudos se frotaron. Mi esposa, Laura, la mujer que me conocía y amaba, explorando por primera vez con una mujer, conmigo, para mí.
Estaba explorando su propia lujuria y la de la otra, una lesbiana espontánea nacida de este trío. Se separaron con un hilo de saliva, y la puta se montó sobre Laura, sentándose sobre su cara. Laura, sin dudarlo, hundió su lengua en su concha, lamiendo con una lujuria que me hizo temblar. La puta me miró, sonrió y, mientras se cogía la cara de mi esposa, vino hacia mí.
La Dominación Dual: Dos conchas en mi pija
Ella estaba sentada sobre Laura, ofreciéndome la vista más provocadora que he visto en mi vida: dos conchitas, una encima de la otra, brillantes, mojadas, y accesibles a mi pija. Con un gruñido, me levanté y me coji a ambas a la vez, sintiendo el flujo y el calor indescriptible de dos conchas disponibles sólo para mi pija. Era una sensación tan épica de lujuria que no pude sostenerla más.
La acabada fue un temblor que recorrió mi espalda desde el cuello hasta los pies, vaciando cada gota de semen en ellas, inundando ese punto de lujuria perfecta. Cuando el temblor paró, ví la concha de Laura llena de semen que se deslizaba hacia el culo de la puta. No pude evitar undir de nuevo mi pija en Laura pero ya había terminado todo. La puta se levantó primero, sin decir una palabra, se higienizó, recogió sus cosas del suelo y se vistió con la misma lencería negra y su vestido.
Al llegar a la puerta, nos miró a Laura y a mí, que estábamos abrazados, aún desnudos y sudorosos. Llevó su dedo índice a sus labios, hizo el gesto de silencio más misterioso y sexy que he visto, y con esa sonrisa de «queda entre nosotros» se fue, cerrando la puerta tras de sí y dejando un secreto lujurioso compartido en la habitación.
En conclusión
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